La diabetes es una enfermedad crónica del metabolismo. Se
debe
a la falta total o parcial de la hormona llamada insulina, secretada
por los islotes de langerhans en el páncreas. Su déficit
produce la no absorción
por parte de las células, de la glucosa, produciendo una
menor síntesis de depósitos energéticos en
las células y la elevación de la glucosa en la sangre
(hiperglucemia).
- Diabetes tipo I o juvenil: Aparece en edades tempranas normalmente,
pero su aparición se puede dar hasta los 30 años.
El páncreas deja de producir totalmente la insulina. La aparición
es súbita.
- Diabetes tipo II o del adulto: Aparece a partir de los 40 años.
La producción de insulina del páncreas puede ser incluso
mayor de lo normal, y el organismo desarrolla resistencia a ella.
La padecen el 15% de los mayores de 70 año.
Todos los tipos de diabetes tienen unos síntomas comunes:
- Hiperglucemia: La cantidad de azúcar en sangre suele ser
entre 70 y 110 mg/dl. Cuando supera los 150 mg/dl, ya hay hiperglucemia,
exceso de glucosa en la sangre.
- Polifagia: Las células al no absorber los hidratos de carbono,
quedan desnutridas y esto produce un hambre continuo, llamado “hambre
tisular”.
- Poliuria: Exceso de orina, ya que el organismo intenta deshacerse
del exceso de azúcar.
- Polidipsia: Debido a la poliuria el cuerpo pierde muchos líquidos.
Por ello aparece una sed intensa, consumiéndose una gran
cantidad de agua.
- Astenia: Cansancio excesivo. Esta provocado por la mala utilización
de la glucosa en los músculos.
- Adelgazamiento
- Prurito: Picor localizado por la acumulación de glucosa
en la piel.
El diagnóstico de esta enfermedad puede realizarse, primero
alarmado por los típicos síntomas, tras observar mala
cicatrización de las heridas. Entonces se lleva a cabo tres
pruebas fundamentales:
- Análisis de sangre
- Análisis de orina, ambos para determinar la cantidad de
azúcar.
- Curva de glucemia: Determina las variaciones de la cantidad de
azúcar en la sangre tras la ingestión de una cantidad
fija de azúcar.
- Medidas alimentarias correctas, evitando las oscilaciones de los
hidratos de carbono en la sangre, teniendo hábitos alimentarios
como por ejemplo comer a las mismas horas siempre, y por último
no abusar de las grasas y tampoco de las proteínas.
- Ejercicio físico, recordando siempre que se debe de hacer
de manera sensata y forma adecuada para persona, compensándolo
con la dieta.
- Tratamiento farmacológico, sabiendo que la diabetes tipo
I es totalmente dependiente de la inyección de insulina,
y la tipo II normalmente se suele tratar con fármacos antidiabéticos.
En
la actualidad, existen unos procesos experimentales, siendo una
nueva esperanza para la curación de esta enfermedad:
- Transplante de células madre embrionarias en el páncreas
enfermo
- Transplante de islotes de langerhans, de donantes fallecidos.
Las células se inyectan en el páncreas enfermo combinadas
con un fuerte tratamiento inmunosupresor, adaptándose al
organismo y comenzando a producir insulina.
- Bomba externa de percusión de insulina. Se compone de un
deposito de insulina, un motor, un microprocesador y una fina cánula
que el paciente inserta debajo de su piel.
La
diabetes afecta en gran proporción las arterias del organismo. Si toma las
grandes arterias se llama “macrovasculopatía”,
afectando las arterias coronarias, de los miembros inferiores, de los riñones
y
pudiendo producir un infarto, amputación e hipertensión arterial (aumento de la
presión arterial) respectivamente. Si se afectan los pequeños vasos se llama
“microvasculopatia” causando la pérdida de visión (retinopatía) y de los
riñones (nefropatía) teniendo incapacidad para excretar agua, sal y toxinas.
- El día internacional de la diabetes es el 14 de noviembre.